domingo, 3 de mayo de 2015

Inmadurez Laboral Causas y Consecuencias



Con cierta frecuencia quienes nos dedicamos a la consultoría en el campo de la gestión del capital humano de las organizaciones nos encontramos con clientes que cuando les planteamos la conveniencia de introducir algunas prácticas “avanzadas” de gestión de personas nos responden que su organización “no es lo suficientemente madura” para ese tipo de iniciativas.

De acuerdo. Una organización, o mejor dicho las personas que la forman, pueden poseer distintos grados de madurez, pero, ¿durante cuánto tiempo una organización puede permanecer en un estado de “inmadurez” hoy en día sin que esta circunstancia afecte negativamente a su competitividad?


Tal como postulan Teece, Pisano y Shuen en su teoría de las capacidades dinámicas (“dynamic capabilitites”), en un escenario competitivo volátil e incierto como el actual lo que necesita una empresa para tener éxito es, sobre todo, agilidad, es decir, la capacidad de identificar las oportunidades y amenazas del entorno, capturar esas oportunidades, y preservar su competitividad potenciando, combinando, protegiendo y, si es necesario, reconfigurando con rapidez sus activos tangibles e intangibles.

Para ello las organizaciones necesitan movilizar las mentes y las voluntades de un mayor número de personas, en primer lugar para aumentar su capacidad de detectar esas oportunidades y amenazas que surgen en el entorno, pero también para interpretarlas y dar con soluciones innovadoras que les permitan escapar de ese proceso de “comoditización” acelerada que cada día afecta a más productos, tecnologías, procesos y modelos de negocio

Se trata, en definitiva, de potenciar y aprovechar la inteligencia colectiva del conjunto de personas que forman la organización para dotar a ésta de una mayor agilidad y adaptabilidad en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo.

Pero para eso las empresas necesitan contar con personas conscientes de sí mismas, adaptables, preocupadas por su propio desarrollo, capaces de actuar con autonomía y de dar lo mejor de ellas en su trabajo en unas organizaciones en permanente fase beta, donde ya no hay unos supervisores que todo lo saben y les van a decir lo que tienen que hacer en cada momento. En resumen: necesitan gente madura.

Sin embargo, en muchas compañías esto no es así.

¿Por qué sucede esto? Nuestra experiencia nos dice que a menudo el problema no reside en el perfil de colaboradores que contratan las organizaciones, sino en sus prácticas de Recursos Humanos y en los comportamientos de sus dirigentes, que favorecen y perpetúan un estado de inmadurez colectiva. Un fenómeno que puso de manifiesto Chris Argyris hace varias décadas cuando en su Teoría de la Inmadurez denunció las incongruencias que existen entre las necesidades sociales y psicológicas de un “trabajador maduro” y las prácticas habituales de muchas empresas que, en lugar de contribuir a realizar el potencial de las personas, lo limitan y acaban ahogándolo.

Y es que difícilmente una empresa podrá potenciar su inteligencia colectiva o lograr que su gente dé lo mejor de sí misma si se rige por los principios de control, dependencia y subordinación o si en ella, en lugar de una variedad de tareas interesantes y enriquecedoras las personas encuentran estructuras rígidas y ámbitos de responsabilidad estancos. O si sus dirigentes tratan a sus colaboradores como si fuesen niños y no adultos. Y sin embargo, con cuánta frecuencia nos encontramos con empresas donde detrás de un discurso oficial de modernidad se esconde una cultura paternalista que asfixia la iniciativa individual y no deja crecer a las personas que forman parte de esa organización…

En ocasiones incluso da la sensación que los dirigentes de algunas de esas compañías prefieren trabajar con colaboradores inmaduros, tal vez porque piensen que les darán menos dolores de cabeza, o quizá, como argumenta Argyris, por falta de confianza, o puede que por inseguridad. Sea como fuere me cuesta aceptar que esos dirigentes no se hayan parado a pensar ni por un momento en las implicaciones que ese tipo de actitudes pueden tener sobre la competitividad de sus empresas a medio y largo plazo. Porque de ser así, ¿qué deberíamos pensar de su madurez como líderes?.

2 comentarios:

  1. La madurez laboral es un caso muy serio he importante en cualquier empresa a nivel mundial, La mayor parte de esta reside en los recién graduados que han estudiado por tantos años y sacrificado tanto para poder graduarse y convertirse en profesional, esperando que su primer empleo sea remunerado de inmediato por todo lo que han pasado, el cambio brusco de pura y neta teoría que se ve en la universidad a empezar a ejercer toda esa teoría en práctica. Hace que el egresado al no estar relacionado a aplicar esto se sienta en ocasiones; complejo de superioridad, inestabilidad emocional, poca responsabilidad, mala preparación de la realidad, falta de madurez afectiva entre otros.

    Otro caso es el enfado canalizado por inmadurez ante la preferencia del título sobre la experiencia. En el caso de un trabajador que es un técnico que posee 30 años de experiencia en un cargo y un egresado solo con tu su pasantía como experiencia laboral pero con un título de técnico superior. Este técnico superior adquiere un cargo más alto y mejor remunerado que el técnico con experiencia.

    El tema de inmadurez laboral se puede observar mucho en cualquier momento de una empresa, ya que toda persona es un mundo distinto y actuamos de maneras distinta unos de los otros, hay algunas personas preparadas para tomar un cargo laboral, y hay personas que están poco preparadas, incapacidades para ciertos cargos como por ejemplo el síndrome de Peter pan, dicho síndrome basa en que la persona no se produce la maduración psicológica adecuada a su edad. La representación interna que hacen de su yo, es un modelo de su infancia que se mantiene a lo largo del tiempo. Sus comportamientos y actitudes, y la incapacidad para madurar son una barrera defensiva para proteger de inseguridad, de su miedo a no ser queridos y aceptados.

    Hay muchas empresa que para controlar esto que es inmadurez laboral realizan pruebas y test psicológicos a sus posibles empleados para diagnosticar en qué grado se encuentra tanto su inmadurez psicológica como su grado de manejar algunos eventos que se le puedan presentar a lo largo de su estadía en la empresa

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  2. Interesante.., bastante tema que ampliar si llevamos el análisis de este tema en nuestro país, fijense que la educación formal sin duda tiene un impacto crucial en la vida laboral, aquí son temas de fondo y de base como por ejemplo redefinir la estructura curricular de la educación en Venezuela para poder preparar personas en sus oficios,

    En la actualidad hay una importante preocupación y ocupación nacional de diferentes instituciones privadas y empresarial para reforzar el tema de los valores, base de la educación, y estan formando programas destinados a ello,

    Muy buena entrada, no se olviden de la Fuente Bibliográfica, coloquenla, Slds,

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